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Críticas

«Javier rompe con la realidad, pero inunda la fantasía de presente. Se toma todas las libertades narrativas que cree necesarias para elevar su voz en un grito de dolor».

EL YUNQUE DE HEFESTO (Sobre Los hilos que rompemos)

«La primera vez que me enfrenté a Javier Quevedo fue con Cuerpos descosidos. La encontré demoledora aunque rápidamente me identifiqué con algunas situaciones. Es una novela en la que el lector sufre porque el tormento de los personajes se instala en su mente mientras busca soluciones. De manera más costumbrista, me ocurrió algo parecido con Ojos verdes, negra sombra. He terminado Los hilos que rompemos y Quevedo lo ha vuelto a conseguir.».

EL BLOG AURISECULAR

«Una novela escrita desde las tripas, desde un profundo cabreo con una sociedad que puede llegar a ser tan injusta y tan hipócrita. Y, sin embargo, no es una novela pesimista ni deprimente».

CONSULEO (Sobre Los hilos que rompemos)

«A algunos les podrá molestar que les adjudiquen la etiqueta de "inclasificables", pero yo creo que es lo mejor que le puedes decir a un autor. Ser inclasificable significa que siempre buscas explorar nuevos caminos, que no te conformas con lo que te funciona, que siempre vas más allá para contar lo que otros no se atreven. Así es Javier Quevedo Puchal y así es su literatura».

LIBERTAD MORÁN

«Una preciosidad».

 

SAGACÓMIC (Sobre Ojos verdes, negra sombra)

«Sin duda, una de las mejores novelas que he leído este año».

 

ORIGEN CUÁNTICO (Sobre Ojos verdes, negra sombra)

«Un tesoro».

NGCC3660 (Sobre Ojos verdes, negra sombra)

«Una pequeña joya».

CAFÉ DE TINTA (Sobre Ojos verdes, negra sombra)

«En El manjar inmundo, Javier Quevedo Puchal nos sirve un menú de platos que creíamos conocer y que ahora aparecen aderezados con toques turbiamente exóticos. Como si de un opíparo banquete literario se tratara, lo mejor es leer los relatos despacio, saboreándolos».

 

TONI HILL

«No encuentro referentes para orientaros sobre la novela que tenéis entre vuestras manos. No sé si Puchal es demasiado moderno, o un vetusto señor decimonónico. No sé si pertenece a un posible futuro o es un ancla que nos remite a nuestros ecos del pasado».

 

FERNANDO CÁMARA

«Javier Quevedo Puchal es un escritor existencialista, preocupado por la forma —de aparente sencillez, pero pulida al extremo— y con un sentido del espíritu excepcional. Además, ese sentido del espíritu, como bien se refleja en hermosos pasajes como el de esa lluvia que lava todos los pecados del mundo, es profundamente español. Casi me atrevería a decir que el autor, o lo que se sugiere del autor, apunta a un tipo de ateísmo muy especial, el ateísmo espiritual, pues una cosa no esta reñida con la otra».

 

ÁNGEL LUIS SUCASAS

«El manjar inmundo es un libro sensual, rico en olores acres, fuertes, y sexual, que penetra en la carnalidad rural y pagana de los cuentos. Entre sus páginas palpitan muchas referencias —el underground gótico y dark, por ejemplo, lleno de rosas, terciopelo, palacios decadentes y sangre—, pero sobre todo la estética de la Nueva Carne, exploración de los límites del cuerpo y el erotismo, adalid de la cirugía y la hibridación contemporáneas como continuación de los rituales y los sacrificios ancestrales».

 

PERE PARRAMON, EL HUFFINGTON POST

 

 

 

 

 

 

 

«De Clive Barker ha aprendido a explorar los límites de la Carne, la fusión —confusión— de las sensaciones de placer y dolor. De su admirada Angela Carter, el autor ha heredado el gusto por la metáfora y un excelente ojo clínico para retratar situaciones emocionales».
 

DAVID G. PANADERO

 
«Javier Quevedo Puchal es un gran escritor, sabe dar una sólida estructura a sus novelas, maneja con soltura los puntos de vista y tiene oído para los diálogos».
 

LIBERTAD MORÁN

 
«Reformula el arquetipo del cuento clásico extrayendo de los predecesores su savia más corrupta, la que subyace en las capas más profundas. A partir de esa esencia de perversión, reinterpreta la propuesta para dotar sus relatos de una belleza grotesca, repleta de imágenes evocadoras que quedan impresas en el inconsciente del lector.».
 

DARÍO VILAS

«Es cierto que se adentra en los aspectos más oscuros de la psique humana, pero lo hace desde un punto de vista muy clásico y depurado».
 

ROCÍO TIZÓN

 
«Montada con una delicadeza sutil, la novela nos presenta una trama en la que todos los hilos convergen con suavidad y precisión, levantando ecos de novela policíaca, pero, sobre todo, construyendo varios niveles de lectura. Lo monstruoso que se encuentra en el texto no es solo un elemento de entretenimiento, sino un reflejo de nuestro mundo en el que merece la pena posar la mirada».
 

JUAN ÁNGEL LAGUNA EDROSO

«Ese desenlace revela algo que se puede sentir a lo largo de las páginas precedentes y, como diría el coronel Kurtz, no es otra cosa que el horror. Ese horror que nos sacude cuando se sobrepasan, aparentemente, los límites de lo que parece que tiene que ser un comportamiento humano. Ese horror que está presente en obras como El niño de los coroneles, de Fernando Marías, o El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad».
 

ALFONSO MERELO SOLÁ, SCIFIWORLD

«Un libro de relatos concebido como un canto perverso que va más allá de la revisitación de obras inmortales».
 

SANTIAGO EXIMENO

«Una prosa excelente que se sumerge en el gótico para renovar el cuento clásico».
 

DAVID JASSO

«No hay nada más gratificante que comprobar que un autor tiene voz propia, cuando parece que en el mundo editorial la única voz que manda es la de hacer dinero».
 

ROBERTO CARRASCO

«Una narrativa enmarcada en lo fantástico, rica en vocabulario, pero que resalta a cada instante la realidad en que vivimos».
 

PILAR ALBERDI

«Tras el cínico y sarcástico bloguero se esconde un escritor capaz de reflejar toda la tristeza y soledad del amor en una historia tan dura que casi duele».
 

JOTA LINARES

«Javier Quevedo Puchal construye una novela muy bien escrita, muy creíble (aunque trate de demonios, visiones infernales y crímenes rituales de lo más aterrador) y donde se realiza una aproximación muy inteligente hasta los miedos, las orfandades, las esperanzas, las ambiciones y las cautelas del ser humano. (...) Les puedo asegurar que no estamos ante un buen novelista de terror, sino ante un buen novelista. Y punto».
 

RUBÉN CASTILLO GALLEGO

«Una novela que atrapa, que engancha, que nos asusta y al mismo tiempo nos hace preguntarnos de la materia emponzoñada de la que están hechos los deseos que cuando no se cumplen se pudren y duelen, y cuando se cumplen se esfuman dejando un efímero aroma de placer que se desvanece sin dejar apenas memoria. Un autor que se consolida con una magnífica obra para todos los lectores, sean afines al género o no».
 

GUILLERMO ARRÓNIZ LÓPEZ

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